Gracias a su creativo mecanismo de funcionamiento, este juguete permite a los niños participar en juegos interactivos. Mientras se baña, el niño puede utilizar la taza para verter agua en la cabeza del robot. Tras verter el agua, se ponen en funcionamiento diversos elementos, como remos y fuentes, que se activan en función de la configuración de las válvulas. Esto no solo proporciona diversión, sino que también anima a los niños a experimentar y descubrir diferentes efectos.